Pan con higos y
avellanas
Esta mañana
he madrugado y he dado forma a este pan que ha pasado la noche al sereno, para
poder hornearlo a una hora prudente para tenerlo reposadito y listo en la comida.
No sería la
primera vez que nos comemos templado un
pan que tiene una parte de centeno como éste. Pero es un error… pero quien se
resiste con ese olor increíble que inunda toda la casa… a dejarlo para después
de reposar.
Quiero que
nuestro fin de semana comience con calor de chimenea… plato de cuchara y la autenticidad de éste pan.
Es mi
segundo receta, la primera lo preparé con higos frescos y el resultado fue diferente…no
me gustaron los higos frescos horneados en medio de un pan con centeno con
profundo sabor de masa madre.
Tenemos aquí
en el norte un día de lluvias intensas y un pronóstico para el fin de semana de
bajada de temperaturas y incluso nieve. Presiento que este pan no solo nos ha
alegrado éste momento… mañana pasará a formar parte de nuestro desayuno en
forma de tostadas.
Ya lo estoy
saboreando… uhhhh!
Me inspiré
en una receta del libro de Anna Bellsola, “PAN EN CASA” y está en la portada
del libro.
En la
primera versión utilicé masa madre y en la de hoy levadura pero en ambos casos
ha pasado la noche en el exterior con una temperatura aproximada de 12 grados.
Ingredientes:
400 g.
harina de trigo
180 g.
harina de centeno
150 g.
avellanas peladas y tostadas
8 higos
secos
8 g.
levadura fresca
12 g. sal de
Guerande
360 ml. agua
La víspera del
día que lo vamos a hornear, amasamos todos los ingredientes menos los higos y
las avellanas que las incorporaremos después. Formar una bola y poner en un
recipiente hermético ligeramente aceitado y dejar en lugar fresco o en el frigorífico
toda la noche.
A primera
hora tras comprobar que ha doblado su volumen, darle forma y depositarlo en un
banetón enharinado y dejar reposar 3 horas aproximadamente.
Depositar en
el horno con piedra que estará previamente calentado a 250 grados. Realizarle
unos cortes con la cuchilla y poner vapor con un vaporizador o con una bandeja que
tendremos en el fondo del horno y en la que pondremos dos cubos de hielo en el
momento justo de introducir el pan.
Hornear
durante una hora, y dejar en el horno
apagado con la puerta entreabierta durante quince minutos más.
Y dos horas
después en la mesa acompañándonos…
GRACIAS POR ESTAR AHÍ
¡MARAVILLOSO!, huele desde aquí.....cada vez que veo higos secos, me acuerdo de mi padre...mi madre se los compraba para ir a cazar todos los findes de temporada de caza....a mí me encantan también.....te lo tenía que decir.....¡tu pan de muerte!
ResponderEliminarBesos guapa
Ya me parece que lo huelo, no hay nada como el olor de la cocina cuando se hornea pan. Me encanta esa corteza que se ve tan crujiente.
ResponderEliminarBesos